Publicado por el Oct 26, 2008 en Noticias prensa |

Jóvenes, ancianos, hombres, mujeres, niños se reunieron en una manifestación para pedir la custodia compartida. Una medida muy poco utilizada en España para los numerosos casos de divorcio que se dan diariamente.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2007 sólo en el 9 por ciento de las rupturas de pareja que se produjeron se dictaminó la custodia compartida, mientras que en la mayoría de los casos (casi el 90%) se otorgó el cuidado del menor a la madre. Precisamente, esta realidad es la que luchan por cambiar, pues consideran mas beneficioso para el niño que tanto el padre como la madre biológica puedan estar el mismo tiempo con su hijo y que ambos tengan las mismas responsabilidades para con el menor.

Los “perjudicados” alegan que pasar de ver a su hijo todos los días a tener que cumplir un estricto régimen de visitas provoca un gran desarraigo afectivo y emocional en el menor y también en ellos mismos.

Este problema no atañe solamente a los padres, también se extiende a todos los familiares directos e indirectos que, en ocasiones, no vuelven a ver a los pequeños. Concretamente, los abuelos tuvieron un peso importante en la manifestación del pasado domingo y es que ellos se resisten a “perder a sus nietos”, porque la custodia se le haya concedido a su ex nuera o yerno.

En algunas comunidades autónomas, como Cataluña, ya se está trabajando tanto para crear una ley para la custodia compartida, como para reformar el Código Civil. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) se manifestó a favor de la custodia compartida de los hijos en una sentencia de divorcio, por considerarla “beneficiosa para la evolución del niño en casos de ruptura matrimonial”. Asimismo, considera que el régimen evita la aparición de «conflictos de lealtades» en los niños respecto a sus padres, favorece la comunicación entre éstos y permite ver la ruptura sin «vencedores y vencidos ni culpables e inocentes».

Lo cierto es que en muchos casos hay que preocuparse exclusivamente por velar por los intereses del menor, dejando de lado cualquier tipo de rencilla entre los padres, teniendo en cuenta que lo que viva el niño en su infancia determinara su futuro. Lo lamentable es que desgraciadamente en la mayoría de los casos de divorcio los hijos son los máximos perjudicados.

Fuente: blogs.europapress.es