Publicado por el Feb 27, 2012 en General, Noticias prensa, Nuevas tecnologías |

Tener una dirección propia en internet (un ‘dominio’) es sencillo y, en principio, muy barato: desde menos de diez euros al año. Pero también a la Red ha llegado la especulación, y si a alguien le interesa un nombre en especial, puede que se lo encuentre ya registrado, y que le pidan por él cantidades muy elevadas. En el caso de Albacete, hay dominios por los que ya se piden hasta 10.000 euros.

Un dominio es ese nombre que encontramos al entrar a una web, que normalmente termina en ‘.com’ o ‘.es’, aunque hay otras terminaciones posibles. El registro del dominio es tan sencillo y barato que muchas empresas que ofrecen alojamiento web incluyen el registro como parte de la gestión, sin que el usuario tenga que ocuparse de eso.

El problema suele llegar con nombres apetecibles para las empresas, dominios con mucho tirón comercial; y ahí nació la especulación, ya que hay quien se dedica a registrar nombres que pueden ser atractivos, para intentar luego revenderlos a precios más elevados.

Precios millonarios.

Los dominios vendidos a los precios más altos muestran con claridad por dónde va la demanda. Aunque las fuentes no siempre son precisas, se afirma que el más caro fue ‘sex.com’, vendido en unos 14 millones de dólares, seguido por ‘games.com’, por cerca de once millones, y ‘bussiness.com’ por más de siete millones.

En 2007 se rumoreó que ‘poker.com’ había superado los veinte millones de dólares, vendido en una subasta mundial, algo difícil de contrastar en el mundo de las empresas de juegos virtuales.

En España, no hay constancia de que nadie haya pagado más de 200.000 euros por un dominio, y el precio medio que gestionaron las empresas especializadas, como ‘sedo.com’ apenas supera los mil euros por registro. El negocio está abierto y en expansión, a pesar de la crisis. Esta misma empresa negoció en el último año del que tiene datos más de 40.000 compraventas. El número de dominios ‘.es’ registrados ronda el millón y medio.

En España hubo unos primeros tiempos de falta de regulación, pero desde 2005 hay una normativa que trata de impedir los abusos o la especulación en esta materia. Si una empresa, institución o incluso una persona particular cree que alguien ha registrado un dominio al que tiene derecho, puede reclamar a un organismo arbitral, que resuelve el caso.

El ejemplo más común es el registro del nombre propio de una persona o empresa por alguien ajeno. En Albacete, los nombres más simples y directos tienen sus dominios en manos de instituciones públicas: ‘albacete.es’ está registrado por el Ayuntamiento. Ahí se redirecciona también ‘albacete.com’; pero la abundancia de terminaciones hace casi imposible registrar preventivamente todos los dominios relacionados con un nombre.

Por ejemplo, está registrado ‘albacete.com.es’, pero está libre ‘albacete.edu.es’. ‘Albacete.org’ está registrado por el departamento de Informática de la Universidad regional. Además, se ha abierto el abanico para usar otras muchas terminaciones, cada vez más variadas.

Creciendo.

En algunos casos de dominios ‘.com’, los ayuntamientos son los usuarios, pero el registro lo realizó alguna empresa ajena, con la que negocian el uso; en otros casos, como los de Caudete o La Roda, el dominio ‘.com’ lo tienen empresas de otros países, totalmente ajenas a estos municipios. En este campo de webs institucionales, es mucho más fácil la gestión de los dominios ‘.es’, para lo que los municipios albaceteños cuentan además con el respaldo técnico del servicio de Informática de la Diputación provincial, a través del Plan de Informatización Provincial.

Internet sigue creciendo, y es prácticamente imposible saber cuántas páginas hay actualmente; buscadores como Google recorren millones de sitios cada día; esta exuberancia es la que hace tan importante tener un dominio propio y libre de confusiones, una referencia clara en el laberinto de la Red.

Fuente: laverdaddealbacete.es