Publicado por el Jun 18, 2012 en General, Juzgados y Tribunales, Leyes modificaciones, Procuradores |

David Manuel Díez Revilla, presidente de la Confederación Española de Abogados Jóvenes (CEAJ), comenta los problemas que inquietan a las nuevas generaciones a coincidiendo con la celebración en Granada del XVII Congreso Estatal de Abogacía Joven.

La enmienda que el Congreso introdujo a última hora en la Ley de Mediación para solucionar la situación creada ante la entrada en vigor de la Ley de Acceso a la Abogacía ha caído como “un jarro de agua fría” para el presidente de la Confederación Española de Abogados Jóvenes, David Manuel Díez Revilla. Así lo ha declarado en una entrevista con EXPANSIÓN en la que aborda algunos de los temas que centrarán los debates del XVII Congreso Estatal de Abogacía Joven que se inauguró ayer en Granada.

Díez Revilla explica que “ha costado muchísimo” llegar al modelo de formación de mayor calidad que establecía la Ley de Acceso y ahora todo queda en “agua de borrajas”. El representante de los abogados jóvenes lamenta que, al final, la puesta en marcha de esta nueva ley va a dilatarse entre 10 y 12 años desde su aprobación, y le parece “sorprendente” que todas las reivindicaciones de los estudiantes hayan aparecido ahora, en el momento de la entrada en vigor de la ley, cuando “han tenido cinco años de vacatio legis para protestar”.

David Díez también se pronuncia sobre otros temas que preocupan de manera especial a la profesión, como es el caso del turno de oficio. En este terreno, propone agilizar los procedimientos de designación y conocer en un plazo razonable si el justiciable ha pasado a mejor fortuna. Pero explica que el principal problema está en clave económica, con “una total desatención de las Administraciones central y autonómica, responsables del retraso en el pago a los abogados”. Sin embargo, frente a esta situación, Díez reconoce que los abogados del turno de oficio “no tienen derecho a huelga, porque así lo ha reconocido la jurisprudencia”, aunque puntualiza que ello no significa que no se puedan utilizar otras medidas de presión. “Prima el derecho del ciudadano al acceso al turno de oficio”, explica.

Ante la crisis, hoja de encargo.
En cuanto a los efectos de la crisis en la profesión de abogado, el presidente de los abogados jóvenes apunta que, si bien se han multiplicado por cinco los procedimientos judiciales, esto “no es más que un espejismo” porque cada vez es más difícil cobrar. Afirma que los casos relacionados con reclamaciones de cantidad, impagados, despidos o concursos van en aumento, pero el problema está en que una buena parte de las empresas –y personas físicas- a las que se reclaman “o están desaparecidas o están en concurso”. A esto hay que añadir, según señala, la circunstancia de que la solvencia de los clientes no es la misma que hace cinco años. Por todo ello, Díez Revilla recomienda a los abogados redactar una hoja de encargo, un contrato de arrendamiento de servicios con un presupuesto firmado.

La mediación y el arbitraje, como mecanismos de descongestión de los juzgados será otro tema abordado durante el congreso. David Díez explica que “va a costar mucho cambiar la mentalidad de los profesionales de la abogacía que, a menudo, creen que se les va a quitar trabajo, pero no va a ser así”. Defiende que los abogados podrán jugar un papel importante en este terreno y confía en que el Senado introduzca una enmienda relevante en este sentido en la Ley de Mediación.

Nuevas tecnologías en los despachos.
Las nuevas generaciones de abogados también están interesadas en la aplicación de las nuevas tecnologías. Sin embargo, Díez Revilla revela que “los despachos de abogados medianos y pequeños están muy atrasados” en el uso de herramientas informáticas que agilicen el trabajo del día a día. En este sentido, destaca “la falta total de capacidad de adaptación” en materias como protección de datos. Explica, además, que existe un miedo en el uso de nuevas herramientas como la nube: “Los despachos son muy reacios porque creen que se pone en riesgo la información”. “No podemos pedir agilidad a la Administración si nosotros mismos no aplicamos las nuevas tecnologías”, protesta.

Fuente: expansion.com