Publicado por el Abr 23, 2013 en Curiosidades, General, Juzgados y Tribunales, Morosidad, Noticias prensa | 2 comentarios

Siempre ha estado ahí, pero desde que comenzó la crisis la morosidad se ha convertido en el principal quebradero de cabeza para los administradores de fincas. Las cuotas impagadas en las comunidades de vecinos de Albacete suman, según las estimaciones de este colectivo profesional, los 14 millones de euros en 2012, una cifra muy abultada que no ha dejado de crecer en los últimos años y que incluso se ha «acelerado».

Un estudio elaborado por el Consejo General de Colegios de Administradores de Fincas a nivel nacional recoge que, desde que comenzó el declive de la economía en 2007 y hasta la fecha, el incremento de la deuda de los propietarios se ha incrementado, aproximadamente, en un 30%, y calcula que la morosidad anual en las comunidades de vecinos en toda España alcanza los 1.600 millones de euros.

Destaca además que, aunque el mayor peso de los impagos, un 47%, corresponde a particulares, el estallido de la burbuja inmobiliaria y los procesos de embargo de viviendas han propiciado que, en la actualidad, un 16% de la deuda corresponda a bancos y cajas de ahorro y un 37% a promotoras y constructoras.

Armando Poveda, administrador de fincas colegiado de Fincas Donaire, en la capital albaceteña, señalaba que la morosidad se ha convertido en el «principal problema» para el sector, y atribuía el fenómeno a las dificultades económicas en los hogares: «Uno de los primeros gastos que deja de asumirse en una casa es la comunidad, porque es más sencillo que no pagar la luz, por ejemplo, y que al mes siguiente te la corten».

Según este profesional, más del 90% de los morosos lo son debido a la crisis, al verse forzados a ello por la falta de recursos, aunque también existe un pequeño porcentaje que «le echa morro» y, sea cual sea la coyuntura económica, nunca paga. El cambio se ha notado y mientras que los morosos ‘profesionales’ ni se molestan en acudir a las reuniones de la comunidad, los que realmente están agobiados «bajan para decir que no pueden abonar la cuota y exponen su situación al resto de vecinos. Éstos deciden entonces qué hacer, como ayudarle a aplazar el pago».

En la Región .

Según el estudio de los administradores de fincas, en toda Castilla-La Mancha la morosidad prevista en el año que termina es de 71 millones de euros. La mayor cifra de impagos se da en la provincia de Toledo, con 23 millones de euros, seguida de Ciudad Real, con 18 millones; Albacete, con 14 millones; Guadalajara, con 9 millones, y Cuenca con 7. En la Región se contabilizan 264 administradores de fincas colegiados (34 en la provincia albaceteña) que gestionan un importe total en las comunidades de vecinos de 602 millones de euros (77 millones en Albacete).

Cuando uno o varios vecinos no pagan, el problema recae en el resto de propietarios que ve impotente como todo el presupuesto «se desajusta», impidiendo el normal mantenimiento de la finca o la ejecución de obras que pueden ser importantes, como el arreglo de la fachada o la colocación de un ascensor. «En esos casos siempre nos aseguramos de que la comunidad disponga del dinero necesario antes de acometer la reforma», señaló Poveda, quien explicaba que, pese a que la Administración ha venido otorgando ayudas para hacer frente a este tipo de obras, «existen subvenciones pedidas hace tres años que todavía no se han cobrado».

La situación empeora cuando se trata de comunidades de vecinos con varias décadas de antigüedad, ya que suelen estar conformadas por «gente humilde que está notando más la crisis».

Con la morosidad en ascenso, la cuestión para los administradores de fincas es tratar de que la Administración agilice los procedimientos de cobro, que suelen acabar en la vía judicial. «Los procesos monitorios resultan muy lentos y, aunque depende de lo saturado que esté el juzgado que te toque, de seis meses no baja ninguno».

Los trámites para obligar al pago de la cuota se inician desde el momento en que así lo aprueba la junta de la comunidad de propietarios, después de varias fases que incluyen la comunicación de la deuda al vecino que no contribuye a los gastos comunes.

Fuente: laverdaddealbacete.es