Publicado por el Sep 21, 2009 en Civil, Curiosidades, Noticias prensa |

Un divorcio de mutuo acuerdo se resuelve en tres meses; disolver una hipoteca en este momento es más difícil. Como señala la abogada de familia Pilar Tortosa, «une más una hipoteca que el matrimonio». Es la reflexión a la que llegan los abogados y psicólogos tras conocer las estadísticas del INE sobre nulidades, separaciones y divorcios correspondientes a 2008. Como dato significativo, las disoluciones de matrimonios se redujeron un 13,5% con relación al año anterior. Cifras que los expertos se encargan de valorar: la crisis está frenando los divorcios y las separaciones.

En el despacho profesional de José Manuel Aguilar llevan desde el pasado año observando como parejas rotas no tienen más remedio que seguir viviendo juntas como consecuencia de la situación económica. «La gente pasa de tener una vida cómoda a ser mileurista, porque con el divorcio los gastos se duplican y muchas personas no están dispuestas a renunciar a su estilo de vida», apunta este psicólogo experto en terapia de pareja, autor de Tenemos que hablar (Taurus) una guía para que padres e hijos superen el divorcio.

Según el Instituto Nacional de Estadística, en 2008 se produjeron 8.761 separaciones (un 24,4% menos que en 2007) y 110.036 divorcios (un 12,5% menos). Los divorcios representaron el 92,5% de las disoluciones matrimoniales, con lo que se consolida la tendencia al alza de los divorcios en el global de las disoluciones matrimoniales.

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Luis Zarraluqui Sánchez-Eznarriaga, presidente de Zarraluqui, Abogados de Familia atribuye el descenso en las separaciones al cambio legislativo de 2005 que eliminó la necesidad de ir a la separación para conseguir el divorcio. Las estadísticas del INE muestran que en el 21,4% de los divorcios hubo separación previa (un 26,6% el año anterior). Su explicación: la separación deja una puerta abierta a la pareja. «Si te reconcilias lo pones en conocimiento del juzgado y se anula la separación, en cambio con el divorcio se termina el matrimonio».

Este experto señala otra de las consecuencias lógica de la crisis, el incremento de modificaciones de efectos de sentencia. «Una vez que se ha producido el divorcio, hay una gran cantidad de personas abocadas a pedir la rectificación de las pensiones porque su posición económica ha empeorado debido a las situaciones catastróficas de las empresas», explica Zarraluqui. Revisiones que, por lo general, tiene que autorizar el juez, siempre con mucho cuidado, porque en circunstancias como las actuales no falta la picaresca, observa.

Según el INE, el 54,0% de los matrimonios disueltos en el año 2008 tiene hijos menores de edad, cifra ligeramente superior al 52,0% observado en 2007. El 30,9% de los matrimonios disueltos tiene un solo hijo. En el 56,9% de las disoluciones matrimoniales se asignó una pensión alimenticia (55,0% en 2007). En el 89,9% de los casos el pago de la pensión le correspondió al padre, en el 4,2% de los casos a la madre y en el 5,9% a ambos cónyuges.

La duración media de los matrimonios disueltos fue en 2008 de 15,6 años (19,1 en las separaciones), plazo inferior al de muchas hipotecas. La abogada de familia Pilar Tortosa se ha encontrado con todo tipo de casos. «Hay parejas que se han metido en pisos de 500.000 euros, que los bancos han financiado sin problemas, con sueldos conjuntos de 2.000 euros que iban prácticamente a pagar la hipoteca. ¿Cómo se van a plantear la separación?». La reducción de sueldo o la pérdida de trabajo agrava la situación. «Cuando existen problemas serios de salud o dinero, desde luego, la separación o el divorcio pasa al último lugar», señala.

Fuente: cincodias.com