Publicado por el Feb 19, 2013 en Concursos de Acreedores, General, Mercantil, Noticias prensa |

La sociedad ha comunicado esta mañana a la CNMV que el consejo de administración decidió en su reunión de ayer la petición del concurso voluntario, al no fructificar las negociaciones con los acreedores para refinanciar la deuda. La cotización de la empresa ha sido suspendida por la CNMV. Aunque el lunes subió más del 7%, la semana pasada registró dos caídas del 16% y el 18%, miércoles y viernes. La acción, que valía 11 euros allá por 2007, está ahora en 0,124, una caída del 99%.

La empresa tiene una deuda de unos 3.600 millones de euros, que convierten su concurso en el segundo mayor de la historia empresarial española, solo por detrás de Martinsa Fadesa, que entró en concurso con un pasivo de 7.100 millones.

«Reyal Urbis confirma que el consejo de administración ha acordado llevar a cabo las actuaciones necesarias a efectos de presentar ante el juzgado competente la solicitud de concurso voluntario de acreedores, ante la inminencia del transcurso del plazo previsto en el ‘preconcurso’ sin haber alcanzado un acuerdo de refinanciación con sus acreedores», notificó la inmobiliaria al supervisor del mercado.

Esta semana era la última oportunidad para que Rafael Santanmaría salvase la empresa del proceso concursal. El día 23 concluía el plazo de cuatro meses para renegociar la deuda con los acreedores, el citado «preconcurso», aunque la semana pasada el proceso concursal ya parecía inminente la rechazar la banca una propuesta de refinanciación.

En el caso de Reyal, entre sus principales acreedores figuran Santander y Banesto, con los que tiene un pasivo de 530 millones, al que es preciso sumar gran parte de la deuda de unos 300 millones que soporta Inveryal, una sociedad patrimonial de Rafael Santamaría.

De su lado, la Sareb, el ‘banco malo’, suma una deuda de 707 millones, dado que ha asumido los préstamos al promotor de las entidades nacionalizadas y se quedará también con los de los bancos del ‘grupo dos’. Además, adeuda unos 400 millones de euros a la Agencia Tributaria y otros 215 millones al Instituto de Crédito Oficial (ICO).

La inmobiliaria, surgida de la compra de Urbis por parte de Reyal en 2006 a través de una oferta pública de adquisición de acciones (OPA) de unos 3.300 millones de euros, se acogió al ‘preconcurso’ de acreedores en octubre de 2012.

La firma reconoció así ante un juez su insolvencia más de un año después de que iniciara el cuarto proceso de refinanciación de deuda que aborda desde que estalló la crisis.

La inmobiliaria cuenta con una plantilla de unos 470 trabajadores y cerró cierre de septiembre de 2012 una pérdida neta de 257,93 millones de euros, casi el doble respecto al año anterior.

Fuente: cincodías.com