Publicado por el Mar 18, 2013 en General, Noticias prensa, Nuevas tecnologías |

El negocio de los servicios jurídicos online empieza a despegar en España. Estandarizar servicios, reducir los precios y ofrecer contenidos especializados son algunas claves para emprender en Internet.

Encontrar a un abogado utilizando sólo Internet es casi ciencia ficción en España. Sin embargo, los despachos virtuales ya son una realidad en muchos países, principalmente en Estados Unidos, pioneros a la hora de utilizar las nuevas tecnologías para comunicarse con los clientes.

Aun así, Burton Law, la firma de referencia en este ámbito, no tiene más de cuatro de años de vida, por lo que la teoría sobre cómo montar un despacho online es todavía muy intuitiva. Es más, en España, no sólo no hay bufetes virtuales, sino que tampoco hay ninguno tradicional que permita contratar sus servicios a través de la Red, como ocurre con una agencia de viajes o una tienda de ropa, que pueden combinar los establecimientos físicos con un canal online.

De momento,este mercado lo están abriendo en España pequeñas plataformas que ofrecen servicios jurídicos de manera limitada: comparativas de precios, directorios de contactos o redes profesionales, que aprovechan que el 46% de los clientes de bufetes busca abogado a través de Internet.

Sin embargo, un verdadero despacho virtual “ofrece todo el servicio, desde la búsqueda del abogado hasta la contratación, el pago e incluso el control y el seguimiento del proceso legal”, explica Jordi Estalella, consultor del máster universitario de Abogacía de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), dirigido por Blanca Torrubia.

Jóvenes emprendedores.
En su opinión, a diferencia de Estados Unidos, donde las primeras iniciativas de bufetes online han surgido de reputados abogados que han utilizado su prestigio para establecerse en Internet, en España el cambio de modelo vendrá de la mano de jóvenes dispuestos a utilizar la Red como una oportunidad profesional, o bien de empresarios ajenos almundo de la abogacía con ganas de invertir en un nuevo modelo de negocio.

Estas firmas online surgen de la necesidad de ofrecer asesoramiento legal de una manera sencilla y barata en casos estandarizados como, por ejemplo, los divorcios, que en algunos países ya se están automatizando.

Estalella explica que los precios respecto a un despacho tradicional pueden reducirse hasta un 40%, ya que el abogado, si bien necesita un lugar desde donde trabajar no tiene que hacer frente a los gastos que supone una sede preparada para recibir visitas en una de las zonas más exclusivasdelaciudad. Aun así,todavía hay que superar un gran obstáculo para que esta fórmula despegue definitivamente y se convierta en una alternativa real: la confianza del usuario. El experto de la UOC asegura que ya existen comparadores que miden la reputación de los abogados y la calidad de su trabajo, similar a los que se han puesto de moda en sectores como el turismo, donde son los propios clientes quienes comparten su experiencia con otrosinternautas.

Riesgos.
Si Internet es una oportunidad para los nuevos abogados, la transparencia y los estándares de calidad que exige también representan un desafío, que de no manejarse adecuadamente, pueden dar al traste con el bufete virtual.

La seguridad, la tecnología, el márketing, los contenidos, el tipo de servicio e incluso el ámbito geográfico donde se va a operar son elementos que hay que analizar. Aunque en países como en Estados Unidos los despachos virtuales ya han probado con éxito su modelo, en España, los expertos calculan que todavía habrá que esperar una década para que estalle el boom de los negocios jurídicos online.

Fuente: expansion.com